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Cladribina, otra opción para combatir la Esclerosis Múltiple

España ha estrenado nuevo tratamiento para la Esclerosis Múltiple financiado por el Sistema Nacional de Salud (SNS). Se trata del profármaco Cladribina de administración oral, y que ha sido registrado por Merck con el nombre de Mavenclad® que permite “tener lo más parecido a una vida sin la enfermedad”a los pacientes que lo consumen, según Marieta Jiménez, presidenta de Merck en España.

Se trata de uno de los últimos avances de la compañía en el área de inmunología que permite llevar la enfermedad “con sencillez”. Está indicado para pacientes adultos con Esclerosis Múltiple Remitente Recurrente (EMRR) de alta actividad, lo que implica que deberá ser el neurólogo quien analizará las características del paciente y si este tratamiento modificador se adapta al mismo.

Debido a las características de la terapia, hay perfiles de afectados en los que se contraindica el uso de Cladribina, por lo que es importante que el tratamiento esté autorizado por un médico especializado.

Una de las grandes novedades de esta terapia radica en su administración, ya que no sólo se puede consumir oralmente (en pastillas), sino que se realiza en dos cursos de tratamiento en dos años consecutivos. Cada curso de tratamiento se administra durante cuatro o cinco días en una dosis diaria, y éste se repite al año siguiente durante otro ciclo de cuatro o cinco días. Entre ambos ciclos, no es necesario consumir el fármaco y, cuando finaliza el segundo año, tampoco se plantea un tratamiento posterior, al menos en el tercer y cuarto año.

La directora de Merck, Isabel Sánchez Magro, ha declarado, que en diversos estudos realizados (CLARITY), se ha comprobado que, tras dos años de tratamiento, el 80% de los pacientes está libre de brotes y en el 90% la discapacidad no ha evolucionado.

Las características de esta terapia va a permitir que el paciente sólo tenga que consumir el medicamento durante dos semanas en dos años, sin añadir tratamientos adicionales. En la ficha técnica,  se especifica que no se ha investigado el reinicio de la terapia después del cuarto año, pero este formato parece aportarle al paciente una vida mucho más cómoda ya que  «Cuando se diagnostica (esclerosis múltiple) hay un proceso de duelo, porque esta enfermedad supone una pérdida de una parte de la salud y, al ser degenerativa, provoca que constantemente el paciente deba ir adaptando su forma de vida, lo que favorece la aparición de trastornos psicológicos que, a su vez, influyen en la administración de los tratamientos, el curso de la enfermedad y la calidad de vida», ha puntualizado la psicóloga de la Asociación AEFEM Henares, Cristina Soria Poveda.

Aunque Cladribina, como cualquier otro medicamento, puede plantear reacciones adversas, «los efectos secundarios son pocos, tratables, manejables y reversibles, por lo que es una terapia que mejora la calidad de vida de los pacientes ya que, al mismo tiempo, su forma de administración favorece la adherencia» ha confirmado la doctora Oreja Guevara. En este caso, las reacciones adversas de mayor relevancia clínica parecen ser la linfocitopenia (linfocitos bajos) y el aumento de la sensibilidad al desarrollo de infecciones herpéticas por el Virus Herpes Zóster (VHZ).

La eficacia de este tratamiento por vía oral se ha valorado y confirmado en los estudios CLARITY en pacientes con Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente (EMRR), y la doctora Oreja Guevara, destaca que: “uno de los beneficios de este tratamiento es que los pacientes solo deben acudir al hospital 3 veces al año para someterse a un análisis de sangre y monitorizar el curso de la patología

En definitiva, se trata de una nueva opción terapéutica que puede hacer mucho más cómodo el seguimiento de un tratamiento modificador en Esclerosis Múltiple Remitente Recurrente.

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