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Toda persona con Esclerosis Múltiple (EM), sin importar la severidad de su discapacidad o habilidad, necesita realizar actividad física regularmente. La falta de ejercicio puede ocasionar graves consecuencias en la salud del paciente y mismo puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.

La esclerosis múltiple con frecuencia provoca la aparición de síntomas relacionados con la movilidad y el equilibrio. Por eso, la fisioterapia juega un papel fundamental en la recuperación de las funcionalidades físicas. Además, lo antes posible se comience el tratamiento, más efectivo puede resultar para el paciente. El ejercicio no solamente proporciona sensación de bienestar general, sino que también son importantes para prevenir otros problemas asociados con la EM.

En la actualidad a ciencia demostró que el ejercicio, junto al resto de tratamientos, puede suponer un incremento de la actividad y mismo una significativa mejora en el bienestar de la persona que padece esclerosis múltiple. Existen pruebas consolidadas que afirman que los fisioterapeutas, en un marco de neurorehabilitación especializado, pueden tener un papel clave en la gestión de los síntomas específicos de la esclerosis múltiple como la espasticidade, el dolor o ciertas complicaciones secundarias.

Los ensayos clínicos de programas de EM demostraron que la fisioterapia acerca beneficios en relevancia muscular, la capacidad cardiovascular, los umbrales aeróbicos, los niveles de actividad y las mejoras funcionales, así como un gran progreso en la capacidad de caminar. La fisioterapia puede ayudar principalmente en cinco categorías, todas ellas muy importantes para las personas con EM.

• Flexibilidad: gracias a la fisioterapia se estirarán bien los músculos y tendones mientras se mantiene la movilidad de las articulaciones. Esta actividad prevén la reducción de la movilidad, la rigidez, la debilidad y la espasticidade. La falta de estiramiento puede producir la rigidez, lo que deriva en dolorosas contracturas que inmovilizan las articulaciones.

• Fortalecer: ES necesario incrementar la fuerza en los músculos. Esto se puede solucionar con ejercicios que el fisioterapeuta créela para el paciente.

• Resistencia: La resistencia después de hacer deporte y ejercicios mejora la función del corazón y los pulmones. El ejercicio aeróbico consigue que los pulmones y el corazón trabajen más y aumenten la resistencia reduciendo el riesgo para padecer enfermedades cardíacas, regulando el nivel de colesterol y ayudando a estar bien físicamente.

• Equilibrio y Coordinación: Son claves para tener seguridad en los movimientos. Los ejercicios rítmicos de las manos y pies junto con actividades físicas supervisadas por un fisioterapeuta pueden mejorar claramente el equilibrio y la coordinación.

• Relaxamento: El relaxamento puede reducir la tensión física y mental que puede consistir simplemente en detenerse y respirar profundamente. Un programa estructurado de relaxamento puede reducir el cansancio después de una sesión de ejercicio.

Los fisioterapeutas deben tener la capacidad de identificar las necesidades que pueden tener los pacientes y poner al alcance de la persona con EM un equipo multidisciplinar. La rehabilitación, abordada desde esta perspectiva, acerca beneficios muy destacables. Los estudios confirman que los pacientes que siguen un plan de rehabilitación mejoran los niveles de actividad y participación en la vida cotidiana.